Al ver los hábitos alimenticios de la familia de mi ahora esposo me di cuenta que el tema de la preparación de ensaladas no eran exactamente lo mío y que me haría falta saber prepararlas.
No fue hasta que un día una chef amiga abrió un curso de aderezos y ensaladas denominada «Anatomía de una ensalada» al que asistí con algunas amistades cuando comenzé a perderle el miedo a las ensaladas y a como darles sabor sin comprar productos ya elaborados.
Es la segunda vez que preparo esta ensalda y siempre que lo hago me parece sabrosa, aunque en ambas ocasiones los ingredientes han sido ligeramente distintos (de acuerdo a lo que tenga en «existencia» en ese momento), por lo que si gustas hacerle alguna modificación estoy segura que saldrá muy bien.
Ingredientes
- 1/4 taza de Lentejas crudas
- 1 de Pepino
- 2 de Zanahorias
- 2 de Tomates chicos
- 1/4 de Cebolla morada
- 3 tallos de Cebollín (opcional)
- 1/2 taza de Espinacas crudas
- 1 de Limón amarillo
- 1 cucharadita de Aceite de olivo
- 1 diente de Ajo
- 3 cucharaditas de Vinagre blanco
- Sal/pimienta al gusto
Para el aliño:
Preparación
- Poner a cocer las lentejas (va a ser necesario incorporarlas en frío)
- Cortar todas las verduras en pequeños cubos
- Mezclar por separado el jugo del limón, el aceite, el ajo finamente picado, el vinagre y la sal y la pimineta
- En un recipiente grande, mezclar todas las verduras y cuando las lentejas esten cocidas y frías incorporarlas cuidadosamente
- Agregar la vinagreta y mezclar.
Esta ensalada puede usarse como un plato fuerte, siempre que lo hago de esta forma recuerdo a mi nutriologa explicarnos que para que una leguminosa se encuentre completa hay que acompañarla de una porcion de hidrato e carbono, por lo que unas tostaditas de maiz se lleva perfecto.